Luego de la práctica para su tour Monster con el rapero Eminem en Detroit, Rihanna llego a Nueva York y no tenía la mejor actitud. La cantante le habló bruscamente a un fan quien quería una foto diciéndole, "Dame un minuto, por Dios". Su guardaespaldas también empujó a otro fan para quitarlo del camino de Riri quien se rehusó a firmar autógrafos.