Tras una efímera tregua por el fin del ramadan, la franja de Gaza ha sufrido una de las jornadas más mortíferas desde que se inició este conflicto devastador.
Los bombardeos se han recrudecido desde la madrugada causando la muerte a 100 personas y herido a otras 500.
Por el lado palestino se dicen dispuestos a un alto el fuego, aunque la presión internacional por una tregua ha resultado un fracaso.
Los peores bombardeos fueron contra varias viviendas del campo de refugiados de Al Bureij, en la zona central de Gaza, donde han muerto varios menores y mujeres. La casa de Ismail Haniye, dirigente de Hamás y antiguo primer ministro fue completamente destruída, así como la sede de la TV Al Aqsa y varias mezquitas.
Según los equipos de socorro locales, en 22 días de conflicto han muerto 1.170 palestinos, la mayoría cviles.
En las últimas horas, diez soldados israelíes han fallecido en ataque reivindicados por Hamás. Cinco de ellos perecieron en una emboscada con un comando surgido en un túnel cerca del kibbutz de Nahal Oz en Jerusalén. Israel ha perdido a 53 soldados y tres civiles desde que inició la operación “márgen protector”.