A pesar de los llamamientos a favor de una tregua humanitaria y de los intentos de John Kerry, el jefe de la diplomacia estadounidense, de buscar una salida a la crisis, Israel ha rechazado la propuesta.
Mientras la población sigue viviendo bajo la amenaza del fuego israelí. La ofensiva del Tsahal que dura ya dos semanas ha dejado más 800 muertos y miles de heridos en la Franja de Gaza.
Cada vez hay más gazatíes viviendo en campamentos improvisados en condiciones infrahumanas y edificios públicos gestionados por Naciones Unidas.
“La imágenes hablan por sí solas. No hay duchas, ni baño ni se cubren las necesidades básicas. El agua está tan salada, no sirve ni para dar de beber a los animales”, explica uno de los hombres que vive en los campamentos.
Naciones Unidas ha habilitado una nueva escuela, para dar cobijo a más de 200 personas, muchas de ellas son los supervivientes de la escuela destruida el pasado jueves.