Amy Winehouse fue una estrella tan autodestructiva como brillante. Fue responsable de popularizar y revivir el soul durante la década pasada y también de acercarlo a las masas, en una época en la que el folk y la electrónica inundaban las pistas de baile. Este miércoles, 23 de julio, se cumplen tres años de su muerte y aún hay muchos fans que se resisten a dejar que su recuerdo se borre.