La UE debate si extiende sus sanciones a Rusia a energéticas y bancos

2014-07-21 136

La Unión Europea se enfrenta al dilema de endurecer las sanciones a Rusia por la catástrofe en Ucrania del avión de Malaysia Airlines, a riesgo de desencadenar una guerra comercial que afectaría fuertemente a los países del Este. Los ministros de Exteriores se reúnen este martes en Bruselas para decidir pasar a un nivel superior en las sanciones que ya afectan a 72 personalidades cercanas al presidente, Vladímir Putin.

“El nivel tres de las sanciones afecta a todos los sectores”, recuerda el analista Tom Vosa, jefe de los mercados económicos en Europa en el National Australia Bank Group. “Es decir, tanto la energía como a los bancos. Ya sabemos que a Estados Unidos, tal como propugna en la ONU, le gustaría que las sanciones fueran extraterritoriales y cualquier persona que negociara con Rusia fuera castigada significativamente”.

La semana pasada, antes del fatal ataque al avión civil, Estados Unidos ya decidió pasar ir más allá prohibiendo a cuatro grandes entidades rusas la posibilidad de refinanciarse en dólares. La más importante es la petrolera Rosneft. La petrolera pública posee una alianza con el estadounidense ExxonMobil, pero también un veinte por ciento de capital del británico BP.

El otro gran afectado es el segundo productor de gas del país Novotek. Como Rosneft, ahora sus operaciones en dólares están limitadas a los depósitos y las transacciones. En el mismo grupo de sancionados está Gazprobank, que es el banco de la primera compañía gasística rusa Gazprom y el tercer prestamista del país. Y, finalmente, recibe la misma pena el banco VEB que financia la deuda del Estado.

El gran peligro para todos estos grupos es la financiación de su deuda en dólares a largo plazo, tal como indican las agencias de notación Moody’s y Standard & Poor’s. Rosneft, por ejemplo, debe devolver de aquí a 2015 más de veintiseis mil millones de dólares.

Si se le cerrara el grifo de la financiación en la Unión Europea, su situación sería todavía más grave. Por otra parte, el francés Total ve amenazado su proyecto de explotar a partir de 2017 los inmensos recursos gasísticos de la península ártica de Yamal en su acuerdo con Novatek. Y no está clara la postura de países como Alemania o Italia, que dependen del gas ruso.