Los servicios secretos ucranianos aseguran haber interceptado tres conversaciones entre militares rusos y milicianos en las que reconocen el ataque contra el avión de Air Malasia.
En la primera de ellas, supuestamente un oficial de la inteligencia rusa, Igor Bezler, jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk, informa de que han derribado un avión a un individuo identificado como un coronel de los servicios secretos rusos, veinte minutos después de que el Boeing se estrellara.
En una segunda, grabación que las autoridades ucranianas han presentado oficialmente, supuestamente dos milicianos rusos, comentan preocupados que se trata de un avión civil, sin armas ni más restos que toallas y papel higiénico.
En una tercera, supuestamente un miliciano bromea sobre el hecho de que debería de haber espías en el aparato porque si no, qué hacía sobrevolando esa zona.
“Esta no es la última prueba que vamos a publicar, con la autorización del presidente ucraniano, con el fin de abrir todos los canales posibles y tener una investigación imparcial de este crimen”, anunciaba el jefe de los Servicios Secretos ucranianos. “Para asegurarnos de que todos los militares rusos que han cometido este crimen serán castigados”.
Los representantes de la autoproclamada república popular de Donetsk han asegurado, por su parte, querer aclarar lo sucedido, por lo que permitirán la entrada de inspectores internacionales y han propuesto un alto el fuego.