El Ejército israelí ha pedido a unos 100.000 palestinos del norte de Gaza y de dos barrios de la capital de la Franja que abandonen sus viviendas ante la posibilidad de nuevos ataques en la zona.
En las últimas horas, las fuerzas israelíes han proseguido su ofensiva, que se ha traducido en al menos 10 muertos en territorio palestino, donde las casas de varios miembros de Hamás han sido bombardeadas.
Cuando la operación suma ya más de 200 fallecidos y más de 1.500 heridos en la Franja de Gaza, el Ejército israelí ha enviado mensajes de evacuación a los palestinos mediante llamadas telefónicas y panfletos, que han sido distribuidos en
Beit Lahia, en el norte del territorio palestino, y en los barrios de Shayaía y Zeitún, en Gaza capital.
“Es una situación muy triste. Los niños tienen mucho miedo, es terrible. Estoy tan asustada que no puedo ni hablar”, dice una mujer.
“Hemos pasado una noche muy mala. Mis hijos y mi mujer han estado llorando toda la noche. No aguantamos más esta situación. Por el amor de Dios, que acabe este conflicto. Estamos atrapados entre los judíos y los árabes, no sabemos qué hacer”, exclama otro ciudadano palestino.
Mientras tanto, el sonido de las sirenas han hecho acto se presencia en Tel-Aviv, tras el lanzamiento de diversos misiles desde Gaza. Según apuntan medios locales, el sistema antimisiles israelí ha interceptado una veintena de artefactos sin que hayan provocado heridos.
Unos ataques que este martes causaron la muerte, en el paso fronterizo de Erez, del primer israelí desde que se inició la crisis.