Al menos 20 muertos y más de 160 heridos, de los cuales más de 50 en estado grave. Es el balance que ha dejado hasta ahora el descarrilamiento de tres vagones del metro de Moscú entre las estaciones “Slavianski Bulvar” y “Park Pobedy”.
El Ministerio de Sanidad ha informado que de las 20 víctimas mortales, 19
han fallecido en el lugar del accidente y otra ha muerto en el hospital.
El accidente se habría producido por una caída de la tensión eléctrica que se tradujo en señales equivocadas al convoy, que reaccionó con un frenazo inesperado, aunque no se descarta que hubiera tenido lugar por un fallo mecánico en el ajuste de las ruedas al cuerpo del tren.
“Estaba en el vagón, de repente hubo un impacto muy fuerte y todo el mundo cayó al suelo. El vagón iba medio lleno”, dice un pasajero.
“El tren se detuvo de repente. Entonces se cortó la electricidad y empezó a salir humo por todas partes. El vagón se precipitó hacia un lado, de manera que la gente quedó atrapada y no podía salir”, comenta otro.
Las puertas de uno de los vagones quedaron bloqueadas y fueron abiertas por los servicios de emergencia una hora después del accidente, que se produjo pasadas las 8:30h de la mañana hora de Moscú. En total los servicios de rescate han evacuado a más de 350 personas.
El suburbano de la capital rusa, el más concurrido de Occidente, transporta al año a 2.500 millones de pasajeros.