Los civiles de la Franja de Gaza continúan pagando el precio más caro por el enfrentamiento abierto entre Hamás e Israel. La bomba más letal de Tel Aviv desde el comienzo de la operación ‘Margen protector’ el pasado martes lanzada contra el jefe de la policía de Gaza se ha saldado con la muerte de al menos 18 personas. Según fuentes palestinas hay además, 45 heridos a causa del ataque.
Todos los fallecidos son familiares de Taysir al Batsh, que según las últimas informaciones, está en estado crítico.
Israel ha hecho caso omiso a la declaración de ayer de la ONU en la que se pedía un alto el fuego. Los bombardeos han continuado por sexto día consecutivo sobre la Franja. El primer ministro Benjamin Netanyahu ya advirtió el viernes que su país no cedería ante ninguna presión internacional.
Lo que empezó siendo un enfrentamiento por la muerte de tres jóvenes israelíes y uno palestino está desembocando en un baño de sangre. Los civiles de la Franja reciben avisos, primero mediante papeletas en árabe o incluso llamadas telefónica y luego mediante un disparo, de que la zona es un objetivo inminente. Hamás, mientras tanto, recomienda hacer caso omiso de las advertencias del Ejército israelí.
Es la tercera ofensiva de Tel Aviv desde que los islamistas se hicieran con el control de Gaza en 2007, lanzada sobre el territorio con mayor densidad de población del mundo y en el que la pobreza afecta al 39% de sus habitantes.