Y es que nuestros pensamientos pueden convertirse en órdenes con la combinación de las gafas Google Glass y de un sensor encefalográfico (EEG). Todo gracias a una aplicación llamada MindRDR, presentada por una empresa británica. Desde Google aseguran que no se puede leer, ni controlar la mente y que se trata de una aplicación externa. Sus promotores explican que se puede realizar una fotografía sólo moviendo un músculo, aunque su uso requiere mucha, mucha concentración. Por el momento, las Google Glass funcionan por reconocimiento de voz y por el tacto.
