Tristeza, desolación, abatimiento…Cualquier sustantivo se queda corto para definir lo que ocurría en Sao Paulo tras la humillante salida de Brasil de su Copa del Mundo. Los aficionados de la canarinha han visto frustradas sus ilusiones y tan solo les quedaban fuerzas para celebrar el único gol de su equipo.
“El resultado es pésimo porque la presidenta ha gastado mucho dinero para hacer un buen fútbol y el equipo brasileño no tiene fútbol”, sostenía un aficionado. Otra aseguraba estar frustrada “estamos muy tristes, llorando. Una bomba ha caído, una bomba muy grande. No lo esperaba”.
Una mujer explicaba lo que ha supuesto la derrota. “Es un fracaso porque Brasil se había preparado, había recibido a los turistas, había colocado banderas, pintado las calles, comprado camisetas, nos habíamos pintado el pelo…para nada.”
El conocido ‘maracanazo’, la victoria de Uruguay sobre Brasil en el otro Mundial organizado por el país hace 64 años, será recordado como un mal menor comparado con la hecatombe de la pasada noche.