Una docena de palestinos han muerto en bombardeos israelíes en Gaza. La mitad de ellos civiles, el resto milicianos. Entre los fallecidos hay al menos dos menores.
Israel dice estar dispuesto a todo para detener el lanzamiento de cohetes palestinos sobre su territorio. Incluso a una incursión terrestre en la franja de Gaza. Se ha llamado a filas a 40.000 reservistas y se ha pedido al Ejército que esté listo para una larga y dura campaña.
Desde anoche, cuando se puso en marcha la ofensiva Margen Protector, Israel ha atacado por mar y aire 150 objetivos islamistas, incluidas varias viviendas, supuestamente de milicianos de Hamás. Israel responsabiliza al movimiento islamista, que controla la franja de Gaza desde 2006, de la muerte de tres adolescentes judíos.
Además de las víctimas mortales, unos 80 palestinos han resultado heridos.
El peor ataque ha ocurrido en Jan Yunes, cuando tras un disparo de advertencia varias personas subieron al tejado de una casa, sin lograr evitar que fuera golpeada de nuevo.
Hamás ha dicho que a partir de ahora “todos los israelíes” son “objetivos legítimos”.
Los cohetes palestinos siguen cayendo en territorio israelí, más de 300 desde el 12 de junio. Tres soldados han resultado heridos desde entonces.