El Día de la Independencia ha quedado grabado para siempre en las vidas de un grupo de personas que ayer obtuvo la nacionalidad estadounidense. La ceremonia se desarrolló en Monticello, en el estado de Virginia, donde tuvo su residencia Thomas Jefferson, el tercer presidente del país.
Procedentes de 39 países distintos, los integrantes del grupo prometieron lealtad a la misma Consitución que redactó Jefferson en 1776. Entre ellos había refugiados políticos de Irak y Somalia, profesores universitarios de Camerún y de la India, y varios europeos:
– “Este cuatro de julio es el día de mi libertad, el día que pone fin a mi tristeza”, decía uno de los participantes.
– “Estoy tan orgullosa y tan feliz de formar parte de este país. Es una felicidad real, feliz de estar aquí”, añadía otra integrante del grupo.
Participar en este tipo de ceremonias es el sueño de muchas personas en Estados Unidos, donde se calcula que hay 11 millones de inmigrantes ilegales. El presidente Obama quiere regularizar su situación, pero sus planes se han estrellado frente al muro republicano.
“En unos momentos en los que Estados Unidos está luchando por reformar sus leyes de inmigración, este grupo ciudadanos ha logrado su objetivo. Para ellos, se trata de un sueño hecho realidad que han estado esperando durante muchos, muchos años”, concluía desde Virginia el corresponsal de euronews Stephan Grobe.