Faltan tan sólo unos meses para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. Para el presidente de la UNITAID es una carrera contrarreloj. Esta organización de desarrollo está a la vanguardia de la financiación innovadora, en particular en la lucha contra la malaria, la tuberculosis y el SIDA. Philippe Douste-Blazy, exministro del gobierno francés y presidente de la UNITAID trabaja sin descanso. Es el invitado de este The Global Conversation. Gracias por estar con nosotros.
Philippe Douste-Blazy: Gracias por su invitación
Isabelle Kumar, euronews: He mencionado el SIDA. Su erradicación forma parte de los Objetivos del Milenio. Pero es raro, porque casi nadie habla ya de esta enfermedad. ¿Por qué?
Philippe Douste-Blazy: El SIDA es una enfermedad de la pobreza y, si me lo permite, voy a explicarle lo que estamos haciendo; queremos erradicar la pobreza extrema, que no hace más que aumentar en el mundo actual. Pero, ¿cómo encontrar la forma de ayudar a los más pobres?¿Con qué dinero, cuando la mayor parte de los países denominados ricos están más o menos en quiebra? ¿Cómo pedir a un diputado griego, italiano, español, francés, incluso a un estadounidense que dé más dinero? Así que inventamos una cosa: la llamada financiación innovadora. Se trata de una pequeña, microscópica e indolora contribución. Un euro por vuelo, por ejemplo, que se dona a una organización llamada UNITAID.
Euronews: Aunque es indolora hay todavía muchos países que se muestran reacios a ella. ¿Por qué?
Philippe Douste-Blazy: Bueno, yo no lo entiendo. Somos 194 países, 14 han introducido este sistema, un euro por billete de avión, y gracias a eso hemos conseguido recaudar dos mil millones de dólares. Hemos podido tratar a niños con SIDA de todo el mundo. De los que han sido tratados, ocho de cada diez, lo han sido gracias a esta idea.
Euronews: Volveremos a esta cuestión de financiación innovadora, pero me gustaría hablar sobre el SIDA. Hace poco más de un año, en 2013, el expresidente francés Jacques Chirac, que también es fundador de UNITAID, dijo que gracias a esta organización consigue imaginar la erradicación del SIDA. ¿Verdaderamente cree que es posible? Y si es así, ¿cuándo?
Philippe Douste-Blazy: Es posible, pero para ello se necesita mucho dinero. Cuando ayudamos a los más pobres hay mucha gente que dice que es como si regáramos en el desierto o como agua y arena, pero no es verdad. Mire el sarampión, la vacuna contra el sarampión fue capaz de reducir en un 98% la mortalidad, podríamos hacer lo mismo con el SIDA.
Tomemos como ejemplo los niños con SIDA: hay tres millones en todo el mundo y sólo hay 700.000 que reciben tratamiento, porque se les abandona, porque son los más pobres, son niños que tienen todo para ser infelices. Nacieron con la enfermedad y tienen un 50% de posibilidades de morir antes de haber cumplido su segundo año de vida. Van a ser huérfanos y discriminados, porque tienen el SIDA escrito en la frente, y les abandonamos en su pueblo. Y bien, a esos niños nosotros les queremos ayudar. Gracias a la UNITAID, junto con la fundación Presidente Clinton, hemos logrado tratar a 700.000, pero nos faltan dos millones 300.000 niños. Esto no es aceptable, es una vergüenza para la humanidad no encontrar dinero para eso.
Euronews: ¿Por qué estas tres enfermedades? Es una pregunta que han hecho nuestros internautas, alguien que se llama Abbas Amizou, que pregunta qué hace la ONU en la lucha contra el Ébola, ya que es una enfermedad mortal.
Philippe Douste-Blazy: De hecho, UNITAID es un laboratorio que quería demostrar que con poca financiación, sin grandes esfuerzos y multiplicado por millones de personas, se podrían cambiar las cosas. Había que elegir, teníamos que poner un objetivo y escogimos el sexto Objetivo del Milenio; el SIDA, la tuberculosis, la malaria. Podíamos haber elegido otra cosa. Pero lo que hemos demostrado es que se puede cambiar el mundo con una microscópica contribución de solidaridad como esta.
Euronews: Pero es un gran trabajo convencer a los líderes políticos, ¿por qué no lo aceptan?
Philippe Douste-Blazy: Porque creo que, lamentablemente, los jefes de Estado, los políticos, de los que formé parte mucho tiempo así que no tengo ninguna lección que dar, son demasiado locales. Se encargan de sus elecciones. Cuando se es un alcalde de un pueblo no se es el alcalde de otro, cuando se es presidente de un país no se es de otro. No se dan cuenta de que hay que tener en cuenta la globalización. Si queremos que nuestros hijos y nietos vivan en paz en el siglo XXI, ya que se trata de una guerra de paz, hay que atender a esos derechos fundamentales de la vida, de la dignidad del hombre, en los lugares más pobres del mundo. La única solución son los micro financiamientos como este.
Euronews: Ha hablado del impuesto sobre las transacciones financieras en Europa, que se está diluyendo. ¿Tiene miedo de no ser capaz de obtener los fondos que esperaba?
Philippe Douste-Blazy: Hace diez años