El empleo en España avanza en 56.622 personas, en su mejor junio el inicio de la crisis en 2008. Al mismo tiempo, el paro cae en 122.684 personas. Una tendencia que se repite en los últimos meses, aunque también hay que contar con el efecto de contrataciones temporales de verano.
En todo caso, que en el mes de junio bajara el paro por este efecto de temporada no significaba que se creara empleo. A la contratación estival, se unía asimismo la emigración de trabajadores.
Con estos nuevos datos, España cuenta ahora con casi diecisiete millones de afiliados a la Seguridad Social. Una cifra que sigue siendo baja en comparación con los cuatro millones y medio de desempleados. En 2007, había prácticamente veinte millones de personas en el mercado de trabajo.
“La caída del paro y la mejora de la contratación no son ya fenómenos pasajeros o puramente estacionales, sino que se trata de tendencias sostenidas que se van reforzando mes a mes y que son coherentes con los datos de afiliación”, manifestó la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo.
Aun así, la diferencia entre los 122.000 parados menos y los 56.000 nuevos puestos de trabajo se debe al impacto que está teniendo la salida de personas del mercado laboral. Sea por desánimo, por el final de las prestaciones o por el regreso de los inmigrantes a sus países. Por otro lado, solo el siete por ciento de los nuevos contratos son indefinidos.