Desde hace más de ocho décadas el aeródromo de La Ferte-Alais acoge una fantástica colección de aviones.
Pilotos, mecánicos y coleccionistas acuden frecuentemente a este aeródromo situado al sur de París para compartir su pasión.
La colección está formada por aviones antiguos pero también por algunos nuevos realizados con viejas técnicas y viejos materiales.
Fue el abuelo del piloto Baptiste Salis quien decidió abrir este aeródromo.
“Aquí puedes sentir el peso de la historia, es fantástico pilotar un avión de cien años. Al contrario de lo que mucha gente debe pensar, algunas de estas máquinas funcionan de maravilla. Pilotar una de ellas es emocionante porque puedes sentir toda su historia”, asegura Salis.
El aeródromo empezó a funcionar en 1929, dos décadas después de que Louis Bleriot realizase el primer vuelo sobre el Canal de la Mancha. Una proeza que fascinó al abuelo de Baptiste Salis.
Hoy, el avión de Bleriot forma parte de la colección de esta familia especializada en la realización de aviones antiguos para la industria del cine.
“Siempre hemos restaurado y realizado aviones para el cine. Por ejemplo, detrás de mí se encuentra uno de los aparatos que aparecieron en la película “As de ases” con Jean-Paul Belmondo. Es una réplica, tiene el mismo diseño pero no es el original. El avión debía funcionar perfectamente para el filme así que el diseño es original pero no los motores ni los frenos”, explica Baptiste Salis.
Gaelle Damico es propietaria de un Stampe SV4, un biplano utilizado por los ejércitos belga y francés. El avión que posee Damico fue realizado en 1946.
“Son aviones muy ligeros, los mandos son muy sensibles si los comparas a los de un avión moderno. Tienes que ser muy flexible, tienes que dirigirlo con apenas dos dedos, tus gestos deben ser suaves en la palanca de mando”, asegura Damico.
Los aviones de la colección del aeródromo de La Ferte-Alais solo pueden volar cuando el tiempo lo permite. Sufren pocos accidentes y su mantenimiento es fácil ya que está garantizado por verdaderos expertos.