Oscar Pistorius no sufría ningún problema ni enfermedad mental cuando mató a su novia, la modelo Reeva Steenkamp. Después de un mes de exhaustivo análisis del estado mental del excampeón paralímpico sudafricano, las conclusiones de los expertos son categóricas: “El señor Pistorius no sufría ningún problema mental por el que pudiera considerársele penalmente irresponsable de sus actos. El señor Pistorius era capaz de distinguir el bien del mal en el momento del crimen”, señaló el fiscal, leyendo las conclusiones del estudio realizado por tres psiquiatras y un psicólogo.
El atleta, doblemente amputado, asegura que la noche del 14 de febrero de 2013 disparó a través de la puerta del aseo, acribillando a su novia, convencido de que dentro había un ladrón. La defensa ha intentado demostrar que sufría un trastorno de ansiedad generalizado y vivía en un estado de miedo permanente. Pero el retrato de la acusación es muy diferente y le describe como un hombre egocéntrico e inestable, que se creía por encima de la ley.