Beirut amanece tras el atentado del lunes, en el que al menos un agente ha fallecido y 20 civiles resultaron heridos en la capital libanesa. El ataque fue perpetrado por un suicida a bordo de un coche en una zona que es considerada como feudo del grupo chií Hizbulá.
Pese a que ningún grupo ha reivindicado la autoría, su objetivo hace sospechar de extremistas suníes que quieren castigar a Hizbulá por su apoyo al régimen de Bachar al Asad en Siria, y que tienen el objetivo de desestabilizar el país, como ya lo ha logrado el también grupo suní Estado Islámico de Irak y el Levante en el país iraquí.
De hecho, no es un caso aislado. En los últimos meses se han registrado numerosos atentados en el Líbano, principalmente en bastiones de Hizbulá. Previo a este ya tuvo lugar uno el viernes.