Los separatistas prorrusos han atacado en las últimas horas tres cuarteles de los guardias fronterizos en las regiones de Lugansk y Donetsk.
Un puesto ruso de la región de Rostov también ha sido atacado desde territorio ucraniano. Un guardia ruso ha resultado gravemente herido.
“A raíz de los disparos de armas automáticas, empezamos la evacuación. Después, escuchamos fuertes explosiones”, explica un uniformado ruso.
Los rebeldes prorrusos responsabilizan a los militares ucranianos del ataque contra el puesto de fronteras ruso. Kiev, por su parte, acusa a los separatistas de querer sembrar la confusión.
La violencia sobre el terreno pone en entredicho el plan de paz presentado el viernes por el presidente Petró Poroshenko. Los rebeldes lejos de deponer las armas, como les exigía Kiev, continúan su lucha.
Ni los separatistas ni Moscú ven con buenos ojos el plan de paz. En la vecina Rusia, Vladímir Putin ha puesto en alerta de combate a las tropas del centro del país.