Al igual que el Gobierno colombiano, las FARC y el ELN también han lamentado su muerte y reconocido su preocupación porque el país inventara alguna manera para salir pronto de su propio infierno.
García Márquez fue un hombre comprometido, de izquierda y confiado en que aún no es tarde para que la América Latina construya un socialismo y una justicia al alcance de todos. Y junto al hombre, inseparable, está el escritor magno y magnífico, que contribuyó como pocos otros en la construcción de una identidad propia.
Su realismo mágico les ha permitido a colombianos y latinoamericanos imaginarse mejor, entenderse y asumirse de un modo más claro. El escritor y su obra son un referente amplio para un país sumido en una violencia interminable.
En esta edición de Entre Líneas analizamos la dimensión social, política e ideológica de García Márquez, y su compromiso con la búsqueda de la paz en Colombia.