Andrei Deshchitsa ha pagado caro el haber insultado llamando “gilipollas” al presidente ruso, Vladímir Putin, durante una manifestación ante la embajada de Rusia en Kiev. Tanto que el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha decretado su destitución. Además ha designado como nuevo jefe de la diplomacia ucraniana a Pavel Klimkim, hasta la fecha embajador en Alemania.