Medio millón, quizás más. Los civiles abandonan Mosul para buscar refugio en la región autónoma del Kurdistán iraquí.
En Germaveh, empleados del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) están ampliando la capacidad de este campamento para acoger hasta 10.000 personas.
En frente diplomático, desde Ginebra, Ban Ki-moon ha hecho un llamamiento al presidente iraquí, Nuri al Maliki, para que preserve la unidad de los iraquíes y la integridad del territorial del país: “Insto una vez más a todos los líderes mundiales para que presten la debida atención a las aspiraciones de sus ciudadanos por encima de las suyas propias, de sus problemas, porque está demostrado hasta qué punto la inestabilidad política da lugar a la implantación de los extremismos”, ha dicho el secretario general de Naciones Unidas.
La situación es tan preocupante que Estados Unidos ha enviado un contingente de 275 soldados para proteger su embajada en Bagdad y sus intereses estratégicos y comerciales en Irak.