Londres aprieta las tuercas al sector financiero. El ministro de Economía británico, George Osborne, ha anunciado nuevas medidas de control, que incluyen convertir en delito la manipulación de los tipos por parte de los bancos en los mercados de divisas.
Con estas medidas, el Gobierno británico dice que quiere defender la “integridad” de la City. La Autoridad de Conducta financiera británica investiga actualmente posibles abusos por parte de unos 15 bancos del mercado de divisas (Forex), que hasta ahora actuaba sin supervisión.
La legislación propuesta es una ampliación de la que se impuso cuando estalló en 2012 el escándalo de la manipulación del tipo interbancario Libor, y abarca a los mercados de cambios, de materias primas o de instrumentos financieros de renta fija. Cualquier manipulación de esos mercados será castigada con sanciones penales, incluidas penas de prisión.
