Pese al impresionante despliegue de fuerzas de seguridad, las primeras manifestaciones del día en contra de la celebración del Mundial han terminado con graves incidentes. Incluso antes de que empiece a rodar el balón, medio centenar de manifestantes han irrumpido en la avenida Radial Este, la principal vía de acceso al Arena Corinthians, el estadio sede del partido inaugural entre Brasil y Croacia.
Las fuerzas de seguridad han lanzado gases lacrimógenos y bombas de ruido para dispersar a los manifestantes. Según diversos testigos presenciales varias personas han resultado heridas, entre ellas dos periodistas, una canadiense y otra brasileña, aunque sus lesiones al parecer, no revisten gravedad.
Al menos una persona habría sido detenida por la policía brasileña.