En la circulación extracorpórea, una gran cánula colocada en la aúricula derecha drena la sangre venosa hacia el oxigenador de la máquina. Ahí la sangre se oxigena y, como sangre arterial, pasa a la bomba de la máquina de donde es impulsada hacia la arteria aorta vía la cánula arterial. Ahora, la sangre al circular por superficies extrañas y a presiones más bajas de lo normal sufre múltiples alteraciones que ocasionan cambios no deseados en varios aparatos y sistemas (anticoagulación, hipoperfusión, acidosis metabólica, etc.). Es tarea del anestesiólogo cardiovascular tratar y revertir estas alteraciones cuidando que no causen mayor daño al paciente.