El nacionalista Reuvén Rivlin ha sido elegido nuevo presidente israelí. Representante de un sector del Likud que desapareció hace más de veinte años, el de Menahem Beguin, Rivlin se ha impuesto en la Knesset en una apretada votación que le enfrentó al centrista Meir Shitrit. El futuro Jefe del Estado es abogado de formación, tiene 74 años, 4 hijos y pertenece a una extensa familia que siempre ha estado entre la élite del territorio desde que llegó a la Palestina controlada por el Imperio otomano a principios del siglo XIX.
La elección de Rivlin deja fríos a los palestinos. Abdallah Adballah, del Consejo Revolucionario de Al Fatah, afirma que no vé como podría contribuir a traer la paz a la región. “Se opone a la solución de dos Estados y nunca ha hecho un solo comentario sobre la retirada israelí de los territorios que ocupó en 1967”.
Aunque el cargo de Presidente es puramente simbólico en Israel, el mandatario saliente, Simon Peres, ha dejado el listón muy alto. El político nonagenario ha felicitado por teléfono a Rivlin y le ha recordado que la función del presidente es “servir” y no “gobernar”.
