El suceso tuvo lugar ayer en Sao Paulo, cerca del aeropuerto de Congonhas. El joven, de 25 años, trabajaba en uno de los grandes proyectos previstos para el Mundial: un monorraíl de 17 kilómetros que pretendía unir el aeropuerto con la red de metro de la ciudad.
Parte de la estructura, que había sido colocada hace pocos días, se desplomó lo que provocó su muerte mientras que otras dos personas resultaron heridas. Con él ya son nueve trabajadores los que han perdido la vida en obras para el evento deportivo.
La preparación del Mundial de Brasil, que comienza este jueves, ha estado marcada por los accidentes laborales y los retrasos en los plazos de obras.