La historiadora Catherine Corless cree que alrededor de 800 bebés y niños podrían estar enterrados en una fosa que antiguamente pertenecía a un convento católico.
Los registros descubiertos por la historiadora muestran que los niños murieron principalmente por enfermedades e infecciones, así como por defectos de nacimiento y partos prematuros.
“Lo que el Gobierno trata de hacer es establecer los hechos para llegar al fondo de este horroroso asunto. Es un caso que ha creado desasosiego y malestar, no sólo para las familias implicadas, sino también a la comunidad local. Antes de que acabe el mes tendremos un informe del Gobierno para avanzar en la investigación”, dijo el ministro irlandés de la Infancia, Charlie Flanagan.
El convento, localizado en el condado de Galway, era conocido como “El Hogar” y acogía a madres solteras con hijos. Los registros de 1944 muestran que los niños y sus madres sufrían malnutrición.
Los líderes religiosos locales han asegurado desconocer lo ocurrido y van a recaudar fondos para construir un monumento.
