Compañeros del ertzaina Txema Agirre, asesinado por ETA el 13 de octubre de 1997 coincidiendo con la inauguración del Museo Guggenheim, le han rendido un homenaje en la explanada de la pinacoteca y han depositado un ramo de flores en el lugar con motivo de la colocación de una placa oficial en la plaza que lleva su nombre.