Bangkok recupera la calma tras la demostración de fuerza de la junta militar tailandesa contra los manifestantes antigolpe.
La junta que gobierna el país desde el golpe de Estado desplegó el domingo un fuerte contingente de soldados y policías para impedir las protestas en diferentes puntos de la capital.
“Después de todos los problemas que ha habido, todos los tailandeses deberían trabajar unidos. Ahora mismo, todos deberíamos andar en la misma dirección”, dice un habitante de Bangkok.
Las asambleas públicas de más de cinco personas están prohibidas en Tailandia desde que se instauró la ley marcial, dos días antes del golpe de estado del 22 de mayo.
El jefe del Ejército de Tailandia anunció el
viernes una hoja de ruta para restablecer la democracia, que prevé un programa de reconciliación, la reforma del sistema político y de la Constitución, y la celebración de elecciones.