La democracia tendrá que esperar en Tailandia. El ejército golpista, en el poder desde el pasado día 22, no convocará elecciones hasta dentro de por lo menos un año.
Según el líder de la junta militar, cumplirán una hoja de ruta con una primera etapa de reconciliación nacional y una segunda de reformas. Solo en una tercera fase se restaurará la democracia.
“Se establecerá un consejo legislativo para elegir al primer ministro, nombrar a un gabinete para supervisar la administración y redactar una nueva Constitución, así como establecer un consejo que lleve a cabo todas las reformas que la sociedad desee, aceptables por todos los grupos”, dijo el general Prayuth Chon-ocha.
El general defendió las medidas adoptadas como la censura, la prohibición de manifestaciones, el toque de queda y las detenciones masivas para acabar con la grave crisis política.
Crisis que enfrenta a partidarios y detractores de Thaksin Shinawatra, depuesto por el ejército en 2006, y de su hermana Yingluck, derrocada en este golpe militar, ambos acusados de corrupción.
