Sólo una nota escueta que no dice ni aporta nada fue la respuesta apresurada de Washington a las graves acusaciones que le lanzó Caracas. El panorama político en la Unión Americana sufrió un estremecimiento tras revelarse los planes de magnicidio y golpe de estado en la República Bolivariana de Venezuela. Ahora resulta que algunas de las personas cuyos derechos humanos habrían sido violentados por la autoridad bolivariana, y motivo por el cual la Cámara de Representantes aprobó (el miércoles) sancionar a colaboradores del gobierno de Nicolás Maduro, figuran -pruebas al calce- en los primeros lugares de la lista de conspiradores que está patrocinando el Departamento de Estado. teleSUR