El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular, Jean-François Copé, ha dimitido por el escándalo de presunta financiación irregular de la campaña en 2012 del entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy. Copé pide que no se ponga en duda su honradez. Sostiene que no sabía nada: “Para mí esto es una prueba personal por eso decía ahora mismo que pido a los franceses que crean que mi honestidad y mi integridad es total, total. He descubierto todo esto hace una docena de días cuando se ha publicado en el diario Liberation”.
La fiscalía ha seguido incautando documentación de la sede parisina del gabinete de comunicación Bygmalion, empresa que emitió facturas falsas por más de 10 millones de euros a cuenta de la UMP. En realidad correspondían a la campaña de 2012 en la que Sarkozy fue derrotado.
Para el diputado de UMP en la Asamblea Nacional, Eric Ciotti: “es una crisis importante, de un alcance sin precedentes: dos terremotos; un terremoto político el domingo y un terremoto judicial el lunes, revelaciones impactantes, sorprendentes, impresionantes, que legítimamente han conmocionado a los miembros del parlamento, que han conmocionado a los militantes”.
También Nicolas Sarkozy niega haber sabido que se falseaba la contabilidad de su campaña electoral. El escándalo de corrupción hace que el expresidente francés tenga más difícil volver al primer plano de la política, al menos, por ahora.