El papa comienza su primera gira en Tierra Santa

2014-05-23 119

Todo listo, especialmente en Belén, para acoger al papa Francisco. Es la primera visita del pontífice a la región y se hará a paso militar. Tres días, tres países y los lugares sagrados de las tres religiones monoteístas. Una visita que se presenta como puramente religiosa, con una dimensión ecuménica, pero que también revestirá una dimensión política por el contexto regional y por sus reuniones con jefes de Estado.

“La presencia de su santidad el papa en Palestina, en un vehículo sin cristal antibalas, en su pequeño vehículo, es una señal para el mundo de que Palestina es segura y de que el papa se siente seguro en Belén entre palestinos. Tendrá contacto con ellos en las calles durante la misa”, explica Rula Maayah, la ministra de Turismo.

Para estar más cerca de la gente se dará dos baños de masas: uno de ellos en Belén, cerca del campo de Dheisheh donde podrá destacar su preocupación por el sufrimiento del pueblo palestino. Una visita jalonada de símbolos y donde también recordará la huída de los cristianos de oriente.

Un joven peregrino ha recorrido 60.000 kilómetros, 22 países, y acaba de llegar a Jerusalén para darle su libro de recuerdos al papa: “Si tengo un deseo es que invite a todos los cristianos justamente a preservar su fe, a mantener su identidad y a no abandonar su tierra, porque los cristianos son de aquí. Tienen su lugar en oriente”.

Jerusalén es un lugar simbólico en el diálogo interreligioso y también la etapa sin duda más delicada del viaje. La explanada de las mezquitas, el Cenáculo, el Muro de las Lamentaciones, el Cementerio Nacional del monte Herzl y después el memorial del Holocausto, el Yad Vashem son los lugares donde Israel ha incrementado considerablemente la seguridad..

“Tenemos tres religiones en Jerusalén, que tienen raíces históricas; y que aprendamos a vivir juntas aquí es un gran desafío. Así que el papa Francisco llega como un padre”, asegura el sacerdote Eamon Kelly.

Relanzar el diálogo con otras religiones pero también la unidad entre cristianos. Es simbólica también la reunión del papa con el patriarca ortodoxo Bartolomé I, 50 años después de que Pablo VI se encontrara en tierra santa con el patriarca Atenágoras.

Pero antes de esto y desde el sábado, Francisco estará en Amán donde sus preocupaciones sobre el éxodo de cristianos de Irak, Siria y Palestina deberían tener eco. Jordania cuenta con un 2% de población cristiana, pero aboga por la tolerancia religiosa.