Después de diversificarse durante el desarrollo temprano del cerebro su estructura anatómica básica, ésta queda más o menos fijada. Pero por su abundancia, los circuitos disponibles están forzados a ser funcionalmente equivalentes, aunque anatómicamente no sean grupos neuronales isomorfos capaces de responder a algunos estímulos sensoriales. Se crea así un ambiente competitivo en el que los grupos de circuitos más hábiles en sus respuestas a los estímulos son "elegidos" por medio de la mejora de las eficacias sinápticas de la red seleccionada. De esta forma se incrementan las probabilidad de que la misma red responda a señales similares o idénticas en el futuro; lo cual se produce a través del fortalecimiento de las sinapsis neurona a neurona. Y estos ajustes permiten plasticidad neuronal en un espacio de tiempo relativamente rápido.