La ola de protestas contra el gobierno tailandés crece en furor y en número de participantes, quienes -desde el lado de las autoridades- desoyen las exhortaciones de las Naciones Unidas para dialogar en busca de una solución democrática, o -desde el lado de la sociedad civil- se movilizan por el centro de Bangkok sin temor ante la advertencia castrense de imponer con severidad la ley marcial. teleSUR