Si no hay sorpresas, las elecciones presidenciales en Ucrania darán la victoria a Petró Poroshenko.
De momento, el magnate conocido como el “rey del chocolate” por sus negocios en la pastelería, encabeza las encuestas con cerca del 54 % en intención de voto entre quienes ya han elegido su papeleta.
Pese a ello, aún no hay nada decidido y queda por ver si habrá una segunda vuelta el 15 de junio (en caso de que ningún candidato alcance el 50 % de los votos).
El oligarca, enemistado con Moscú, apoyó desde el principio las protestas contra el depuesto presidente Víktor Yanukóvich y les dio cobertura mediática a través de su canal de televisión.
Pese a sus escarceos con la política, era prácticamente un desconocido hasta que su apoyo a los manifestantes le ha hecho ganar el favor de los ucranianos contrarios al acercamiento a Rusia.
Le sigue a gran distancia su rival y antigua compañera de partido, Yiulia Timoshenko.
La que fuera primera ministra en dos ocasiones (la última en 2010, antes de ser vencida por Yanukóvich), cumplia condena por abuso de poder cuando la revolución llegó a Maidan.
El cambio en las reglas del juego político y el verse asociada a la antigua estructura de poder le ha hecho perder gran parte de sus antiguos apoyos y en las encuestas se queda con un 10 % en intención de voto.
Los otros dos candidatos en liza les siguen muy por detrás en las encuestas. Serguéi Tiguipko y Mijail Dobkin tienen su caladero de votos en el este. Ambos han criticado duramente al gobierno interino de Kiev por no hacer lo suficiente para recuperar el favor de los separatistas y lograr que Ucrania se mantenga unida.
Los comicios se celebran en medio de un conflicto armado, en el que la gran incógnita es si las autoridades de Kiev conseguirán que la jornada electoral se desarrolle con normalidad en las regiones de Lugansk y Donetsk, declaradas “repúblicas populares independientes” por separatistas prorrusos, que pretenden boicotear el escrutinio.
