Tras la muerte del dictador Francisco Franco, España sorprendió al mundo con la apertura de un proceso que rompía ataduras en la política, la cultura y la sociedad. La permanencia de prejuicios respecto de individuos y colectividades que manifiestan una preferencia sexual alejada de convencionalismos se halla más ligada a la rigidez de patrones mentales heredados de la tradición judeocristiana que de los dogmas económicos del neoliberalismo. teleSUR