El grupo financiero suizo podría desembolsar cerca de 2.500 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros) a las autoridades estadounidenses para zanjar una investigación sobre su presunta ayuda a clientes de EEUU a evadir impuestos,.
De esta cantidad, 700 millones de dólares se destinará a las autoridades reguladoras y los 1.700 millones restantes al Departamento de Justicia norteamericano.
Los fiscales federales también quieren que el banco se declare culpable de acusaciones criminales como parte del acuerdo, que se espera se cierre la semana que viene.