Ebel es Saqui (Líbano), 15 may (EFE).- (Susana Samhan) Pese a que desde hace meses la zona que custodian es, paradójicamente, una de las más tranquilas del país, las fuerzas españolas en el Líbano mantienen la alerta por la volatilidad de su misión, conscientes de que la paz en esta región es tan frágil como necesaria.
Sede del sector este de las fuerzas de la ONU en el Líbano (FINUL), la base Miguel de Cervantes está situada en el llamado corredor cristiano, que comprende varias localidades cuyos habitantes pertenecen a esa comunidad.
La instalación fue diseñada y construida con materiales adquiridos en el Líbano por la Unidad de Apoyo al Despliegue, compuesta de ingenieros de los regimientos de Salamanca y Zaragoza.
En sus 200.000 metros cuadrados habitables, todo el personal del contingente se aloja y desempeña sus cometidos en contenedores.
En cada uno de sus bloques hay búnkeres para que puedan resguardarse en caso de alerta, ya que su misión, como señalan a Efe varios mi
