En Tailandia, cientos de opositores han hecho irrupción en un complejo militar donde estaban reunidos el gobierno interino y la comisión electoral. El primer ministro en funciones ha salido huyendo del lugar. La comisión electoral ha declarado que, en estas condiciones, no será posible celebrar las elecciones legislativas previstas para el próximo 20 de julio y recomienda su aplazamiento.
El líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, ha instado al Senado y al Tribunal Supremo a que nombren un nuevo primer ministro, tras la dimisión forzada de la anterior jefa del gobierno, Yingluck Shinawatra, por un caso de abuso de poder.
La oposición no quiere que haya elecciones por el momento. “Que le pregunten al pueblo”, dice un hombre. Y es que los manifestantes, movilizados desde hace meses, exigen que antes se reforme en profundidad el sistema político tailandés, que consideran corrupto.
El clima en el país es de gran crispación. Un campamento antigubernamental en Bangkok fue atacado en la madrugada de este jueves por hombres armados con fusiles de asalto y granadas. Murieron 3 personas y hubo una veintena de heridos.
