Continúa el baile diplomático en Kiev. Los líderes políticos europeos se suceden para convencer a las autoridades ucranianas de que abran un proceso de diálogo nacional, que incluya a los separatistas del este. El jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, ha defendido ante el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, la necesidad de que se inicien negociaciones tanto en la capital, Kiev, como a nivel regional.
“Espero que, en esas circunstancias, se puedan dar los pasos necesarios para liberar los edificios ocupados, desarmar a los grupos ilegales y devolver el poder al gobierno de Ucrania”, dijo Steinmeier.
Un diálogo nacional que en Kiev se antoja difícil de poner en práctica y que, en opinión del jefe del gobierno ucraniano, no puede dar frutos si Rusia sigue siendo parte del problema.
“La llave para la estabilización de la situación en el este de Ucrania no está en Kiev, sino en Moscú. Cuando Moscú deje de apoyar a los separatistas y terroristas, la situación mejorará rápidamente”, respondió Yatseniuk.
El primer ministro ucraniano viaja este martes a Bruselas para reunirse con la Comisión Europea y examinar las medidas de apoyo a Kiev, entre ellas, un préstamo de la Unión Europea de 1600 millones de euros.