Las colas se alargaban el martes ante los colegios electorales para participar en estas elecciones generales en Sudáfrica, las primeras tras la muerte de Nelson Mandela.
En estos comicios participa la primera generación de sudafricanos nacidos tras la caída del Apartheid y su voto será decisivo, segun los expertos.
En cuanto al ganador, no se esperan grandes sorpresas: el Congreso Nacional Africano (ANC) y su candidato, el actual presidente Jacob Zuma, son favoritos en las encuestas, que les dan cerca de un 66 % de la intención de voto.
Muy por detrás de Zuma, con un 16 % está su principal oponente, la liberal y militante antiapartheid Helen Zille.
El tercer protagonista de estos comicios es el candidato de la extrema izquierda, el carismático Julius Malema, que propone nacionalizar la banca y las minas, y democratizar la enseñanza superior.
A 20 años de la caída del régimen racista, líderes como el arzobispo Desmond Tutu o el último presidente durante el Apartheid, Frederik de Klerk, se mostraban optimistas sobre la buena conviviencia y el futuro del país.
“Es uno de los grandes éxitos de la nueva Sudáfrica, que la gente se entienda entre sí. La tensión entre razas y grupos étnicos es mucho menos de lo que dicen los medios y los líderes políticos, aseguró hoy De Klerk, que recibió conjuntamente con Mandela el premio Nobel de la Paz.
En estas elecciones, la verdadera preocupación de los sudafricanos es el fuerte desempleo, que afecta al 24 % de la población.
Más de 25 millones de personas están llamadas a las urnas en esta larga jornada electoral, de la que se conocerán los primeros resultados oficiales el jueves a mediodía.