La red estaba integrada por 62 personas, en su mayoría saudíes, que se habían agrupado para formar una organización radical islamista de mayor envergadura. Varios de ellos han huído.
El general Mansur Al-Turki, portavoz del ministerio del Interior saudí, explicó: “El resultado de la investigación y seguimiento de la operación de seguridad ha demostrado que esta red estaba muy afincada y en contacto con elementos radicales en Siria y Yemen.
Han sido detenidos 62 sospechosos por su conexión con la organización terrorista entre ellos un palestino, un yemení y un paquistaní. El resto son todos saudíes “.
Según la policía saudí todos los detenidos han participado activamente en la preparación de explosivos y contrabando de armas. Están acusados de reclutar combatientes a través de la frontera sur con el Yémen.