Más de 700 personas de cerca de 70 países participaron en el XII Foro de Medios Eurasia en Astaná, capital de Kazajistán. Políticos, periodistas y directivos de medios de comunicación debatieron sobre numerosos temas, desde la crisis global hasta el branding de países.
“Durante el año analizamos los acontecimientos que más han aparecido en los medios, y que despiertan más emociones. Recogemos la información, la analizamos y establecemos un programa para el foro”, nos explica Ruslan Zhemkov, director del evento.
El programa nuclear iraní, la integración euroasiática, la globalización… numerosos think tanks de todo el mundo compartieron sus opiniones. Algunas de las preguntas en la agenda fueron ¿Cómo afecta la globalización en el siglo XXI? o ¿Hay un nuevo orden mundial? El ex portavoz de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Newt Gingrich, compartió con nosotros su punto de vista, bastante pesimista.
“No creo que haya un nuevo orden mundial. Creo que hay un mundo tecnológico emergente y hay una economía mundial emergente, pero creo que los políticos y gobiernos van generaciones por detrás. Habrá más desorden que orden en los próximos 50 años y debemos aprender a controlar ese desorden para que no cause grandes daños”, nos declaró.
Todos los presentes pudieron participar en los debates con los periodistas y políticos. Las preguntas del público fueron directas e ingeniosas. El foro fue una especie de torneo abierto a las distintas opiniones. Muchos asistentes tenían visiones opuestas y a veces los debates fueron muy intensos.
Los actuales conflictos armados fueron uno de los principales temas. Uno de los debates tuvo a Oriente Próximo como protagonista. ¿Quién tiene la llave para resolver la crisis de Siria? Euronews entrevistó a Alessandro Minuto-Rizzo, ex adjunto al secretario general de la OTAN y autor del libro “Un viaje político sin mapas. Diversidad y Futuro en el gran Oriente Próximo”.
“La crisis siria es casi imposible de resolver porque el estado sirio es una realidad muy frágil. Hay muchos grupos étnicos y muchas tradiciones que no están unificadas. Creo que es el pueblo sirio el que tiene la llave de su propio futuro. Es muy difícil para cualquier otro agente externo intervenir”, aclaraba Minuto-Rizzo.
El papel de los medios de comunicación globales que emiten 24 horas al día cada detalle de las guerras en curso ha cambiado de forma notable en el siglo XXI, según el ex primer ministro israelí Ehud Barak: “La gente está muy al tanto de cada desastre que ocurre, como el tsunami en Indonesia, apenas pasadas unas horas de que tenga lugar. Pero eso ocurre especialmente con las guerras. Con cada guerra queda más claro que los líderes deberán contar entre los costes de la guerra la sensibilidad de su propio público”.
Los medios de comunicación sociales ha alcanzado de lleno a los jóvenes, que ya no tienen teléfono fijo en casa. ¿Podrían realmente remplazar a los medios tradicionales como las revistas, la radio o la televisión?
Aunque algunos creen que sí, la mayoría de expertos lo dudan, como Stephen Dunbar-Johnson, presidente internacional del New York Times: “No creo que los medios de comunicación sociales sean el mal, pero cree que hace falta tener cuidado si pretendes equiparar ‘tuitear’ con ‘hacer periodismo’, porque no creo que eso sea periodismo. Informar como lo hace la vieja escuela aún es importante”.
Internet y los medios de comunicación sociales fueron fundamentales en la carrera por la presidencia de Barack Obama. Uno de los invitados, Roger Fisk, fue el encargado de la estrategia del actual presidente estadounidense en las dos campañas presidenciales que ha ganado.
Nos desvela una de las claves: “Por primera vez, al menos en la historia política estadounidense, invitamos a la gente a crear su propio perfil en la página web, importando sus contactos y permitiéndoles usar la web como una herramienta no sólo para informarse sobre nuestra actividad política, sino también para llevar a cabo su propia actividad política. Se llamaba MyBarackObama.com”.
Simon Anholt, experto en la creación de imagen de países, inventó el término “national branding”. Ha aconsejado a docenas de naciones sobre como crear su imagen, trabajando con presidentes y gobiernos.
Para él, una buena imagen es sinónimo de buen nivel de vida e insiste en que la auto-publicidad es una forma de malgastar dinero: “Vivimos en una era de numerosos desafíos, como el cambio climático, la proliferación nuclear, el terrorismo… Desafíos como los derechos humanos y los derechos de los menores, etc. Si un país se centrase en uno de esos temas y realizase progresos importantes, mejoraría rápidamente su reputación”.
El mundo sigue adelante, y los preparativos para el próximo Foro de Medios que une a Europa y Asia ya han comenzado.