Sigue la incertidumbre sobre los siete observadores militares bajo amparo de la OSCE que se encuentran detenidos por las autoproclamadas autoridades de Donetsk, que les acusan de espiar para la OTAN. Aunque aseguran que son “invitados”, no retenidos contra su voluntad.
La diplomacia occidental se ha movilizado para tratar de que los liberen, sus captores también han ofrecido un intercambio de prisioneros.
“No nos han tocado, nos han tratado de la mejor manera posible dadas las circunstancias”, decía uno de los capturados, el coronel Axel Schneider. “No sabemos cuándo vamos a volver a nuestros países, a casa para ver a nuestra familia”.
Este domingo la Seguridad ucraniana ha confirmado la captura por parte de las milicias prorrusas del este del país de tres de sus oficiales al parecer mientras llevaban a cabo una misión de detención de un sospechoso en el caso de asesinato del diputado Vladímir Ribak. Se encuentran prisioneros en Slaviansk. Los tres aparecen en imágenes de la televisión rusa maniatados y con los ojos vendados [ver vídeo].
En las afueras de la propia Slaviansk las fuerzas de seguridad ucranianas han establecido controles y se movilizan en el contexto de la operación antiterrorista. Ningún bando parece querer ceder ni un centímetro.
