Los milicianos prorrusos no parecen inmutarse ante la reanudación de la ofensiva contra ellos anunciada por Kiev. Misma actitud desafiante, mismas barricadas.
El Gobierno interino les acusa de haber cruzado la línea roja, tras el hallazgo el sábado de dos cadáveres en Sláviansk, según fuentes oficiales, con signos de tortura. Uno de ellos pertenece a Vladímir Ribak, concejal del partido del presidente y primer ministro.
Estas imágenes difundidas por una web local muestran a Ribak el pasado jueves zarandeado e insultado por varios hombres en Horlivka, localidad entre Donetsk y Slaviánsk. Más tarde, le vieron siendo introducido en un coche por enmascarados.
“Se continúa adelante con la operación antiterrorista. Los cuerpos de seguridad están trabajando en la desaparición de los grupos ilegales en Kramatorsk, Sloviánsk y otras ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk”, decía el viceprimer ministro Vitaly Yarema.
Tras los primeros y fracasados intentos, no parecen claros los pasos a tomar por las autoridades ucranianas para recuperar el control de estos feudos de los separatistas prorrusos.