Rabia y sangre en las calles de Río de Janeiro. La muerte de un joven bailarín durante una persecución policial desató ayer airadas protestas por parte de los vecinos de una favela, que incendiarion contenedores y obligaron a cerrar varias calles del turístico barrio de Copacabana. Al menos una persona murió anoche en los enfrentamientos con las fuerzas del orden, que aseguran que el bailarín falleció como consecuencia de una caída. Los habitantes del barrio replican que fue golpeado por la policía al ser confundido con un integrante de una banda. El hombre fallecido anoche, un varón de unos 30 años, recibió un disparo en la cabeza. La violencia urbana rebrota peligrosamente en Río de Janeiro a menos de dos meses del inicio del Mundial de fútbol. Desde el año 2009, el Gobierno desarrolla un plan policial para “pacificar” las favelas de cara a la celebración del evento deportivo.