El Líbano inicia hoy un proceso que se ha convertido a menudo en un rompecabezas: la elección del presidente. La elección es indirecta, es decir, que el jefe del Estado- que por ley debe ser siempre un cristiano maronita – lo vota el Parlamento. Ningún candidato prece tener asegurados los dos tercios de la cámara requeridos.
Samir Geagea es el candidato oficial de la coalición antisiria Fuerzas Libanesas, aunque no se descarta como otra opción a Amin Gemayel.
En la rival Fuerzas del 8 de Marzo, la alianza prosiria dominada por Hizbulá, emergen las figuras del general Michel Aun, jefe de un importante grupo parlamentario, y el líder del partido Marada, Suleiman Franyie. Ninguno de los dos ha postulado oficialmente.
Las diferentes coaliciones políticas han evitado decantarse abiertamente por un candidato, de ahí la incertidumbre. La única certeza es que la fecha límite para encontrar al sucesor del Michel Suleiman es el 25 de mayo.
