La Asamblea Parlamentaria ha optado por imponer una penalización menor a los 18 miembros de la delegación rusa, que tampoco podrán formar parte de las misiones de observación electoral hasta finales de 2014.
Los diputados rusos se plantean abandonar la Asamblea.
Para el presidente del grupo socialista Andreas Gross, “está claro que lo que han hecho los líderes rusos es irresponsable, es una bofetada en la cara de los valores del Consejo de Europa; también se puede considerar una patada, no en el estómago, sino en el alma del Consejo de Europa. Los valores básicos de esta organización han sido violados y no hay explicación, no hay excusas, no hay justificación para ello”.
Rusia, que anexionó Crimea oficialmente el pasado 21 de marzo, ha dejado claro que responderá a las sanciones del Consejo de Europa. En 2000, Moscú ya fue privado de su derecho a voto tras el lanzamiento de la segunda guerra de Chechenia.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa está destinada a favorecer el diálogo sobre la democracia y los derechos humanos.